Una cadena internacional busca actualizar su hotel en Buenos Aires ubicado en el barrio de Recoleta.
El cliente procura lograr una imagen contemporánea que refleje la identidad de la ciudad donde se emplaza, priorizando la amplitud, la luz natural, la flexibilidad y la integración de los espacios.
Siguiendo esta premisa, se desarrolló una tipología base de Suite doble. Se plantea un gran espacio central con ventanales a la ciudad y terraza privada. El equipamiento busca contener al espacio sin obstruirlo. Se conforma un perímetro funcional con el área de placard y minibar, junto con la cabina de excusado. Ese borde se abre en el sector de ducha y tina quedando semi-integrado con vistas al verde. Se plantea un baño deconstruido, con un módulo exento que conforma tocador, escritorio y soporte de TV. Todos los espacios tienen luz natural y vistas. Se propone una paleta de colores neutros con detalles cálidos. Combina la madera, textiles en lino y pana en tonos neutros, detalles en verde que dialogan con la vegetación, mármol en tonos cálidos, acentos en bronce y negro. Los colores neutros en conjunto con materiales nobles logran un maridaje de calidez elegante con aire local. Estas tramas y texturas con la vegetación siempre presente, son elementos de la arquitectura contemporánea a nivel internacional, generando así un espacio de vanguardia que representa los valores de nuestra cultura arquitectónica.